A A pesar de ser una dueña de casa y mamá de tres mujeres, me vi en la necesidad de trabajar para ayudar a mi marido. Tuve un puesto en la feria y luego en el persa Los Morros, donde vendía ropa que yo misma confeccionaba. Esto me llevó a un estado depresivo constante. El estar tirada en una cama, sin poder moverme, me obligó a poner freno y replantear mi vida.
En estos momentos tan duros para mí y mi familia, me llegó la pintura como una gran ventana, fue la respuesta a la pregunta: ¿Qué importante había hecho en mi vida?
Así empezó mi camino en la pintura y no paré más. He estado siempre en algún taller: en la Capilla La Milagrosa, recibí mis primeras clases, las que reforcé en la Casa de la Cultura de El Bosque, donde aún participo en los talleres de pintura y fotografía, en la "Agrupación de Pintores y Escultores del Bosque", en el Atelier Comunal, creado con aportes de la Fundación Andes y la Municipalidad de El Bosque.
A partir de estas experiencias me ofrecieron hacer clases como monitora de pintura al óleo en la ONG, Centro de Educación Humana, ubicada en La Pintana. En dicho centro recibí una media beca para perfeccionarme en el Museo de Bellas Artes, donde estudié fotografía, dibujo y pintura integral durante un año
La idea de hacer un cuadro religioso la tenía hace bastante tiempo, pero con nuestra identidad, sin tantos adornos ostentosos, más cercana a la gente común, como yo.
Realicé mi primera madona, "La Madona del Bosque", que es el retrato de una madre chilena, chascona y de manos gruesas, con una aureola de perros de ropa y un marco adornado con marraquetas y juguetes que encontré en la feria. Este cuadro participó en la exposición "Gestos Locales" (2005), muestra itinerante de creadores de la comuna de El Bosque. Esta exposición tuvo muy buena acogida en la prensa que con entusiasmo presentó artículos donde elogiaban mi trabajo. En la actualidad éste cuadro adorna el hall de la Casa de la Cultura de el Bosque como patrimonio Cultural de la Comuna y fue motivo de inspiración para la performance "La Virgen de las Marraquetas" realizada por el artista plástico Antonio Becerro, durante el paro de los estudiantes secundarios,en mayo del 2006.
Por ser una mujer de pocos recursos económicos, me sentía limitada en mis creaciones, ya que no alcanzaban para realizar lo que me gustaría. Hoy gracias al apoyo del Fondart Regional, puedo llevar a cabo mis creaciones y presentárselas a ustedes, en forma de obras que actualizan los temas religiosos de los grandes maestros del arte, representados por personajes populares desde la visión de una creadora de la periferia.
Soledad Espinoza.